viernes, 28 de marzo de 2014

Pensamientos obsesivos. Los peligros de la rumiación.

Hace unos días trataba el tema de culpabilidad, o mejor dicho, el sentimiento de culpabilidad el artículo "Cuándo hablamos de culpabilidad y cuándo de responsabilidad”. Durante la terapia psicológica, es frecuente que mis pacientes me expliquen preocupaciones, me dicen que se sienten mal porque ha decidido tomar una decisión y cree a alguna otra persona le puede hacer daño.


Ya sabemos como atajar la culpa y como afrontarla. Aunque yo soy más partidario de trabajar a nivel cognitivo (los miedos, preocupaciones y obsesiones están en la cabeza) si que he de reconocer que existen técnicas muy útiles para lograr objetivos que nos permitan continuar en terapia y dedicar recursos a los cambios a nivel cognitivo. Pero hoy  comparto un artículo de  José Manuel Garrido,  que nos ofrece una serie de pautas a seguir para eliminar esos pensamientos recurrentes y repetitivos que nos asaltan cuando reflexionamos sobre algunas de las experiencias dolorosas de nuestra vida.

viernes, 14 de marzo de 2014

Argumentos que mantienen nuestras ideas irracionales

A algunos de mis pacientes, durante las sesiones, les explico que la forma de cambiar nuestra forma de pensar, de creer y, por lo tanto, de sentir y de actuar se basa en adquirir nuevos pensamientos, nuevas formas de entender el mundo, más saludables y adaptativos.


Pero con eso no es suficiente. Todos, con un poco de práctica, sabiendo qué características tiene una idea irracional podemos reconocer esos pensamientos o ideas irracionales, (p. ej. “necesito tener  pareja para ser feliz” exagerada, desadaptativa y generadora de mucho malestar emocional) pero, por qué, a pesar de ello, los seguimos manteniendo?

Muy fácil, hemos creado una serie de argumentos de peso que nos ayudan a mantener esas ideas o creencias erróneas, exageradas, desadaptativas y productoras de mucho, mucho malestar emocional. Por ello, no solo debemos encontrar ideas o creencias más racionales, sino también esos argumentos que nos ayuden a sostenerlas y mantenerlas contra viento y marea, tal como hacemos con las irracionales.

Pero hoy vamos a hablar de algo diferente,