jueves, 26 de noviembre de 2015

Dependencia


Un sabio maestro caminaba por el bosque con su discípulo cuando vio a lo lejos una casa de aspecto pobre. Se acercaron a ella para conocer a los que allí vivían y cuales eran sus condiciones de vida.
Evidentemente, era una casa muy pobre. El sabio maestro preguntó al señor de la casa como sobrevivían. El dueño les comentó que tenían una vaca que daba algo de leche cada día, "lo que sobra lo vendemos o lo cambiamos por otras cosas y así vamos sobreviviendo."


Dicho esto, el sabio maestro agradeció la información recibida, se despidió y se fue. A mitad del camino le dijo a su discípulo que volviese a la casa, buscase la vaca y la lanzase por un precipicio. Ante esta orden,el discípulo se asustó, pues esa vaca era el único medio de subsistencia de toda a familia. El sabio maestro, sin dar más explicaciones continuo la marcha. 

El discípulo, entristecido fue a cumplir la orden del maestro y se deshizo de la vaca. Aquello quedó grabado en la mente del joven durante muchos años. Y un día, agobiado por esa idea, decidió volver a aquel lugar.Quería confesar a la familia lo que había sucedido, pedirles perdón y ayudarlos.

Así fue. Pero a medida que se acercaba al lugar lo veía todo muy bonito, cambiado y floreado, la vieja casa ahora era flamante, había hasta un coche en la puerta.


“Pobre gente, -pensó-, seguro que tuvieron que vender su terreno para poder subsistir después de que yo matase su medio de vida.”
Al llegar a la casa, preguntó por la familia que allí había vivido y le dijeron que aun vivían allí, fue corriendo a verlos y a disculparse cuando lo que vio lo dejo anonadado y le preguntó al antiguo dueño de la vaca cómo lo habían hecho para mejorar así. 
El señor, entusiasmado, le explicó "que la vaca que tenían se calló por un barranco y murió, por eso, nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas para sobrevivir y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos. Así alcanzamos el éxito que hoy puede verse". 

Después de esta fantástica metáfora, que reflexiones podemos extraer? 

Haz lo que amas, ama lo que hagas. 

Toni Aznar

martes, 17 de noviembre de 2015

Portero del prostíbulo





Hoy os dejo un cuento para pensar del gran maestro  Jorge Bucay, donde nos da una magistral lección sobre cómo juzgamos aquello que nos pasa solo a corto plazo y perdemos de vista su proyección en el tiempo.
Al igual que un bien presente no augura un bien futuro, un mal presente tampoco augura un mal futuro.
Disfrutad de la lectura

No había en el pueblo un oficio peor conceptuado y peor pago que el de portero del prostíbulo. Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre?
De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio. En realidad, era su puesto porque sus padres había sido portero de ese prostíbulo y también antes, el padre de su padre.
Durante décadas, el prostíbulo se pasaba de padres a hijos y la portería se pasaba de padres a hijos.
Un día, el viejo propietario murió y se hizo cargo del prostíbulo un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio.
Modificó las habitaciones y después citó al personal para darle nuevas instrucciones.
Al portero, le dijo: -"A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar una planilla semanal. Allí anotará usted la cantidad de parejas que entran día por día. A una de cada cinco, le preguntará cómo fueron atendidas y qué corregirían del lugar. Y una vez por semana, me presentará esa planilla con los comentarios que usted crea convenientes."
El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero.....
-"Me encantaría satisfacerlo, señor - balbuceó - pero yo... yo no sé leer ni escribir."
-"¡Ah! ¡Cuánto lo siento! Como usted comprenderá, yo no puedo pagar a otra persona para que haga esto y tampoco puedo esperar hasta que usted aprenda a escribir, por lo tanto... "
-"Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida, también mi padre y mi abuelo... "
No lo dejó terminar.
-"Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Lógicamente le vamos a dar una indemnización, esto es, una cantidad de dinero para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte."
Y sin más, se dio vuelta y se fue.
El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. Llegó a su casa, por primera vez desocupado. ¿Qué hacer? 
 
Recordó que a veces en el prostíbulo, cuando se rompía una cama o se arruinaba una pata de un ropero, él, con un martillo y clavos se las ingeniaba para hacer un arreglo sencillo y provisional. Pensó que esta podría ser una ocupación transitoria hasta que alguien le ofreciera un empleo. 


Buscó por toda la casa las herramientas que necesitaba, sólo tenía unos clavos oxidados y una tenaza mellada. Tenía que comprar una caja de herramientas completa. Para eso usaría una parte del dinero recibido. En la esquina de su casa se enteró de que en su pueblo no había una ferretería, y que debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. 
¿Qué más da? Pensó, y emprendió la marcha. 
A su regreso, traía una hermosa y completa caja de herramientas. No había terminado de quitarse las botas cuando llamaron a la puerta de su casa. Era su vecino. 
-"Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme". 
-"Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como me quedé sin empleo... "
-"Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano." 
-"Está bien."
A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta. -"Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?"
-"No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería está a dos días de mula."
-"Hagamos un trato - dijo el vecino- Yo le pagaré a usted los dos días de ida y los dos de vuelta, más el precio del martillo, total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece?" 
Realmente, esto le daba un trabajo por cuatro días... 
Aceptó. Volvió a montar su mula. Al regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa. 
-"Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?"
-"Sí..."
-"Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus cuatros días de viaje, y una pequeña ganancia por cada herramienta. Usted sabe, no todos podemos disponer de cuatro días para nuestras compras."
El ex - portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue. 
"...No todos disponemos de cuatro días para compras", recordaba. Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas. 
En el siguiente viaje decidió que arriesgaría un poco del dinero de la indemnización, trayendo más herramientas que las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo de viajes. La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje. Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes. 
Pronto entendió que si pudiera encontrar un lugar donde almacenar las herramientas, podría ahorrar más viajes y ganar más dinero. Alquiló un local.Luego le hizo una entrada más cómoda y algunas semanas después con una vidriera, el local se transformó en la primer ferretería del pueblo. Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, de la ferretería del pueblo vecino le enviaban sus pedidos. Él era un buen cliente. 
Con el tiempo, todos los compradores de pueblos pequeños más lejanos preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha. 
Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para él las cabezas de los martillos. Y luego, ¿por qué no? Las tenazas... y las pinzas... y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos..... 
Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas. El empresario más poderoso de la región. 
Tan poderoso era, que un año para la fecha de comienzo de las clases, decidió donar a su pueblo una escuela. Allí se enseñaría además de lectoescritura, las artes y los oficios más prácticos de la época. 
El intendente y el alcalde organizaron una gran fiesta de inauguración de la escuela y una importante cena de agasajo para su fundador. A los postres, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad y el intendente lo abrazó y le dijo: 
-"Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primer hoja del libro de actas de la nueva escuela."
-"El honor sería para mí - dijo el hombre -. Creo que nada me gustaría más que firmar allí, pero yo no sé leer ni escribir. Yo soy analfabeto."
-"¿Usted? - dijo el intendente, que no alcanzaba a creerlo - ¿Usted no sabe leer ni escribir? ¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto, ¿qué hubiera hecho si hubiera sabido leer y escribir?"
-"Yo se lo puedo contestar - respondió el hombre con calma -. Si yo hubiera sabido leer y escribir... sería portero del prostíbulo!"

¿No es genial? Esta fábula nos demuestra que nada es bueno o malo en si mismo, que hemos de aprender a relativizar y que detrás de toda acontecimiento que percibamos como malo o negativo, hemos de saber encontrar lo positivo. Son las dos caras de la misma moneda.

Haz lo que amas, ama lo que hagas

Toni Aznar

lunes, 9 de noviembre de 2015

La vida es así!!!


En esta vida, todo tiene un principio y un final, las cosas materiales y nosotros mismos, nuestros familiares, nuestros amigos… Hoy estamos vivos y mañana podemos estar muertos, ¡es la vida!!

Albert Ellis en uno de sus libros nos habla de la espiritualidad de la terapia racional y dice que se basa en:

          – Autoaceptación incondicional de uno mismo.
          – Aceptación incondicional de los demás.
          – Aceptación incondicional de la vida.

"La aceptación incondicional de la vida se trata de intentar cambiar de nuestras vidas lo que se pueda cambiar y aceptar, aunque no nos guste, lo que no se pueda cambiar." Albert Ellis



Si conseguimos esta aceptación incondicional de la vida, tendremos una alta tolerancia a la frustración. Tenemos la creencia irracional de que en esta vida debe ocurrir lo que nosotros queremos que ocurra y no debería suceder lo que no nos gusta que ocurra. Este es un pensamiento muy infantil verdad? Pero lo tenemos arraigado y hay que convencerse de que la vida no funciona así. Hay que pensar que ningún infortunio que nos presenta la vida es completamente malo porque siempre puede ser más malo.
Y si no me crees, échale un vistazo al vídeo no tiene desperdicio



Nosotros nos decimos a nosotros mismos que algunos acontecimientos por ser tan malos no deberían existir. Pero la realidad es que existen, por tanto si no se pueden cambiar hay que aceptarlos. Según Albert Ellis lo difícil es saber diferenciar lo que se puede cambiar de lo que no

Haz lo que amas, ama lo que hagas

Toni Aznar

 

jueves, 5 de noviembre de 2015

Estabilidad emocional


Por estabilidad emocional se puede entender aquel estado en que tenemos una sensación de control sobre los acontecimientos de nuestra vida, por lo que reaccionamos y respondemos ante ellos de forma equilibrada y serena. 

Para ello, hemos de ser capaces de dar a las cosas la importancia que tienen, si tenemos diez tareas para hacer y las todas son “superimportantes”, normal que la situación nos desborde, nos genere estrés y falta de control de los impulsos y por ello, empezamos a sentirnos mal, ansiosos, somatizamos las preocupaciones y perdemos la confianza en uno mismo, con lo que nuestra autoestima se ve seriamente afectada. 

















Ante este malestar, es muy probable que reaccionemos de forma irascible con los demás y que estallemos a la primera “provocación” o adoptamos un papel de víctima, y no podemos dejar de llorar, lamentarnos y sentirnos desdichados, en una conducta de auto-condenación.

Otra de las características de las personas con cierta inestabilidad emocional es que no saben separar las distintas parcelas de la vida, los conflictos familiares los llevan al trabajo, a la pareja  o a los amigos y viceversa, con lo que se generan nuevos problemas en todos los ámbitos de su vida. Lógico que nos superen los acontecimientos!!!!

Suelen ser dependientes e inseguros, por lo que necesitan muchos pilares sobre los que apoyarse, y cuando uno de ellos falla, afecta a todos los ámbitos de su vida, tienen, por lo tanto, una baja tolerancia a la frustración.

Las emociones


Se considera que existen 8 emociones básicas: aceptación, ira, expectación, rechazo, temor, alegría, tristeza y sorpresa. Y que la  diferencia entre las personas estables y las inestables es la facilidad con que estas últimas oscilan entre la alegría y la tristeza, el temor y la expectación, la aceptación y el rechazo, la sorpresa y la ira. 

Existen cambios constantes del estado de ánimo que muchas veces o no tienen un motivo aparente para ese cambio o la intensidad del mismo no se corresponde con las causas que lo originaron, en definitiva, realizan una valoración exagerada y desproporcionada de la situación y sus efectos.

Pero para comprender la inestabilidad emocional, primero hemos de explicar la diferencia que hay entre las emociones y el estado de ánimo.

 Las emociones son más intensas y variables, casi siempre surgen como una respuesta inmediata ante determinadas situaciones del medio. Al contrario, el estado de ánimo es más estable a lo largo del tiempo, pero en la persona emocionalmente inestable, el estado de ánimo varía con frecuencia. Aunque se debe aclarar que la inestabilidad emocional es una característica de personalidad, no se considera un trastorno propiamente dicho.

Síntomas del desequilibrio emocional


  • Euforia. La persona experimenta un optimismo intenso, se ilusiona y motiva mucho, cree que será capaz de lograr cualquier cosa que se proponga.
  • Tristeza. La persona pierde la motivación y el interés por lo que le rodea. Se siente abatida, triste y no es capaz de experimentar placer, sensación de tedio e irritabilidad que termina dañando sus relaciones interpersonales.
  • Inconstancia. La persona con inestabilidad emocional emprende nuevos proyectos cuando se siente motivada y eufórica, pero que los deja a medias cuando entra en la fase depresiva ya que dejan de interesarle.
  • Baja tolerancia a la frustración. Dificultades para controlar las emociones y esa falta de auto-control termina frustrando a la persona tanto por sus comportamientos erróneos como por los efectos que estos tienen en sus proyectos de vida. Un simple comentario o gesto de otra persona es motivo suficiente para generar un estado de ánimo triste y frustrado e incluso tener arrebatos de ira. Esa reacción exagerada deja perplejos a los demás, que no saben cómo comportarse y prefieren evitar a la persona, que a menudo se queda sola.
  • Dificultad para separar las diferentes áreas de la vida, trasladando sus problemas a todas las otras áreas de su vida, cosa que genera más problemas aún. 
  • Inseguridad. Necesitan de otros en quien apoyarse para seguir adelante, cuando ese apoyo les falla, se sienten perdidas y enfadadas, por lo que se sienten engañadas y eso alimenta una profunda desconfianza hacia los demás.  la falta de seguridad y los problemas de autoestima hacen que la persona inestable emocionalmente ponga a prueba a quienes están a su lado, para saber si puede confiar en ellos. Como resultado, sus amigos o pareja suelen estar sometidos a una tensión y un escrutinio constantes que termina afectando a la relación. Disminuyendo, aún más, su ya baja autoestima. Estos continuos fracasos se suman a una larga lista de problemas que genera un círculo vicioso que intensifica los cambios de humor y afecta aún más a su autoestima.

Logrando el tan ansiado Equilibrio Emocional


Por regla general, el objetivo principal de la terapia para lograr el equilibrio emocional se centra en que la persona aprenda a manejar sus emociones y estado de ánimo. Para lograrlo se puede recurrir a la psicoterapia cognitiva, la relajación, la meditación y el mindfulness.

Dependiendo del caso, en la terapia también se puede trabajar para fomentar la autoconfianza, potenciar la autoestima y desarrollar la autonomía emocional, pero algo que tiene un fuerte impacto es que la persona aprenda a manejar sus expectativas, ya que unas expectativas irreales y exageradas aún generan más frustración, lo que desencadena los cambios negativos en el estado de ánimo. Por eso, uno de los objetivos de la terapia para tratar la inestabilidad emocional consiste en enseñarles a estas personas a manejar las expectativas y aumentar la tolerancia a la frustración.
"Vivir según las expectativas de otros es un suicidio"                                                                                                                                        Roberto Shinyashiki
De forma general, en terapia se trabaja para conseguir  alcanzar  un mayor equilibrio y estabilidad emocional, desarrollar una autoestima más sana, potenciar la autoconfianza, ser más asertivo en determinadas situaciones de alta frustración y aprender técnicas para gestionar el estrés y la ansiedad, ya que son dos estados que generan más desequilibrio emocional.

Y, evidentemente, aprender a controlar los pensamientos automáticos irracionales que generan emociones de desasosiego y angustia y afectan a nuestro estado de ánimo.

Haz lo que amas, ama lo que hagas

Toni Aznar