lunes, 14 de agosto de 2017

Expectativas


¿Has notado que cuando tienes un buen estado de ánimo, la mayor parte de lo que percibes parece bueno y positivo, mientras que cuando estás de mal humor sólo pareces ver lo que no va bien? La infelicidad es causada, al mismo tiempo que causa el pensamiento irracional, mientras que la felicidad es causada por (al mismo tiempo que provoca) el pensamiento racional.



yo prefiero hablar de pensamiento irracional o racional, en lugar de negativo o positivo. ¿Por qué? Fácil. La tristeza es un sentimiento negativo, cierto, pero es útil y adaptativo, aunque nos genere algunos pensamientos negativos y sensaciones desagradables. Es la depresión la que es completamente negativa y desadaptativa.

La sensación de insatisfacción a menudo hace que la gente vea sólo lo negativo y pase por alto lo bueno. Sentirse infeliz con uno mismo nos hace a menudo percibir todas las cosas negativas acerca de nosotros, nuestro cuerpo, personalidad y modo de vida.

En realidad,  si percibimos la tristeza como lo que es, si la aceptamos como parte de nuestra naturaleza humana lograremos encontrar la parte positiva de esa emoción “negativa”. Eso nos ayudará a darnos cuenta de que lo que obtenemos tiene bastante que ver con lo que esperamos obtener. Son las expectativas. Las expectativas es aquello que nosotros esperamos obtener tras un comportamiento determinado. Pero, para que esas expectativas sean racionales, hemos de ser conscientes de qué es realidad y que no.

Es posible cambiar esas expectativas irracionales mediante la práctica de algunos hábitos:

1 . Aprende a buscar lo que quieres ver. Piensa en lo que quieres en tu vida y en tus relaciones y busca señales, aunque sean pequeñas, de las cosas positivas y buenas. Reconocer estas señales y apreciarlas en su justa medida.

2 . Cambia la forma en que nombras las cosas. Busca la manera de cambiar el nombre de los eventos o experiencias que podrían tener una connotación negativa. Intenta darles nombres o significados que sean, al menos ligeramente, más positivos. Un error puede convertirse en una experiencia de aprendizaje.


3 . Deja de preocuparte por las causas de los problemas. En general perdemos mucho tiempo pensando en las causas fundamentales de los problemas. A veces eso puede ser útil, pero muy menudo no lo es. Prueba primero a buscar una solución en lugar de preocuparte por las razones y observa los resultados.

Si, por ejemplo, no estás satisfecho con tu falta de motivación ante una determinada tarea, podría ser útil pasar el tiempo pensando en por qué estás teniendo problemas para activarte, sin embargo, es mucho más probable que ese tiempo y esa energía estén mejor empleados si los dedicas a averiguar dónde quieres ir y los pequeños pasos que tendrás que dar para conseguir ese objetivo.

4 . Hazte preguntas sobre el futuro y sobre cómo mejorar tu vida. ¿Qué debe cambiar en mi vida para que todo mejore? ¿Qué haría yo si estuviera en un lugar más feliz ahora? Si tuviera que dar consejos a un amigo que estuviera en mi situación, ¿qué le aconsejaría? ¿Cuáles son las cosas buenas de mi vida en este momento?


5 . Piensa en lo que es posible y olvida lo imposible. Nunca podrás permitirte ese potente coche de lujo o la gran casa que tiene tu mejor amigo. Tampoco serás capaz de correr un kilómetro en 2 minutos o pintar como Picasso, sin embargo hay cosas que sí puedes y sabes hacer que son especiales e importantes. También hay cosas que puedes llegar a alcanzar y que son posibles e incluso probables. Es importante ser realista y establecer pequeños pasos hacia donde quieres ir .

En definitiva, es necesario que busques los aspectos positivos, útiles y adaptativos que ya están presentes en tu vida e ignores los negativos. Busca motivaciones, ilusiones y sueños para el futuro. Avanza por la vida en lugar de retroceder.

  Trabaja de manera proactiva para conseguir tus objetivos en lugar de quedarte esperando a un mejor momento.

Haz lo que amas, ama lo que hagas.

Toni Aznar

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