Hoy hablaré de la perseverancia y su importancia ya que para sorpresa de quienes creen que un intelecto poderoso es la clave para alcanzar las metas, psicólogos de la U. de Pensilvania (EE.UU.) han descubierto que el talento aporta el 25% del rendimiento de una persona: el resto lo hacen los rasgos de personalidad, la creatividad, el esfuerzo y un poco de suerte.
La perseverancia junto con la práctica nos ayudarán a forjarnos a nosotros mismos, a convertirnos en personas más fuertes y vibrantes para lo perseverar en la práctica y el entreno nos ayudará a ello tal como ya decía en su tiempo filósofos como Pitágoras, Sócrates, Platón, Diógenes o Epícteto. Esos si que eran filósofos de verdad ya que predicaban con el ejemplo, y vivían según sus enseñanzas. Como por ejemplo Pitágoras que vivía en comunidad compartiendo todos sus bienes, o Diógenes, que prefería comer cada día lentejas a ser sumiso y obediente.
Es tan alta la influencia de la perseverancia en la consecución de nuestras metas que psicólogos como Martin Seligman, del Centro de Psicología Positiva de la U. de Pensilvania, insisten que más que centrarse en detectar las habilidades y talentos naturales las personas deberían dedicarse a fortalecer la perseverancia y el coraje para llegar a sus metas, tanto en adultos como en niños y adolescentes.
Parece ser que diferentes estudios demuestran que existen tres elementos que garantizan nuestro éxitos según Joseph Renzulli, de la U. de Connecticut: el compromiso con las metas (perseverancia y trabajo duro), la creatividad y las capacidades.
"La peseverancia es la virtud por la que todas las cosas dan su fruto" Arturo GrafEntonces, ¿por qué socialmente se valora más el talento que la perseverancia? Porque se valora más el momento puntual en que tiene lugar la genialidad y no se tiene en cuenta todo el trabajo y esfuerzo que lleva aparejado ese resultado. Mozart relata el su diario que cada una de sus obras eran el resultado de meses y meses de duro trabajo hasta lograr en resultado deseado.
Perseverancia
Asimismo, agrega, sólo quienes se enfocan en una meta son capaces de autodisciplinarse para lograr su cometido, tienen un objetivo en su vida, su vida cobra sentido, existe un motivo para vivir y trabajar, una dirección.
Esa meta, implica también una buena dosis de ambición, pero una ambición bien entendida, constructiva, que nos hará mejores personas, porque no ambicionamos ser mejores que nadie, simplemente, ser cada día mejor, superarnos constantemente, ser una persona cada vez más capaz.
Coraje
Conclusión
Haz lo que amas ama lo que hagas
Toni Aznar