lunes, 28 de marzo de 2016

¿Tengo una mente flexible?


Si en el post anterior analizaba las características de una mente rígida, hoy veremos cuáles son las características de una mente flexible. Esa mente, esa forma de pensar y  procesar la información a la que todos deberíamos acercarnos para así, estar cada día más cerca de la felicidad.

Las mentes flexibles o mentalidades abiertas, sueles cumplir las siguientes características:

  • Análisis Crítico
  • Humor/Sentido Lúdico
  • Inconformista
  • Imparcial
  • Complejidad
  • Pluralismo

Perfil de una mentalidad abierta


A. Creencias o esquemas mentales centrales adaptativos de una mente flexible:

  • “No tengo la verdad”.
  • “Puedo estar equivocado/a en mi manera de pensar”
  • "El cambio justificado y la duda metódica son saludables”.
  • “No lo puedo tener todo bajo control"

B. Pensamientos racionales que actúan como facilitadores y promueven la apertura mental:

  • “Abandonar una idea no es necesariamente síntoma de debilidad”.
  • “Es mejor enfrentarse a los hechos tal y como son aunque no concuerden con uno mismo”
  • “La novedad es un reto”
  • “La autocrítica constructiva es el motor de crecimiento y un antídoto contra el dogmatismo, el autoritarismo y la tozudez mental”.

C. Convicciones y actitudes anti-miedo que favorecen una buena disposición al cambio:

  • La convicción de que los errores son parte natural del proceso de aprendizaje (se opone al miedo a equivocarse).
  • La convicción de que aferrarse a las creencias no aporta estatus ni incrementa la autoestima de manera saludable (se opone al miedo a no sentirse importante).
  • La convicción de que es capaz de adaptarse a situaciones nuevas (se opone al miedo a estar caducado o estar pasado de moda).

D. Estrategias prácticas a favor de la flexibilidad o apertura menta:

  • Explorar la realidad.
  • Mantenerse al día.
  • Investigar y profundizar en diversos temas.
  • Tener nuevas experiencias.
  • Escuchar a los que piensan diferente a uno.
  • Cuestionar argumentos y no atacar a las personas.
  • Promover actitudes democráticas.

Leedlo, releedlo, analizad vuestras tendencias y sed cada día un poco más flexibles mentalmente y así, más felices.

Haz lo que amas, ama lo que hagas

Toni Aznar

miércoles, 23 de marzo de 2016

Construyendo una buena relación con los adolescente


Mantener relaciones sociales cordiales, constructivas y enriquecedoras no resulta tarea fácil. Todos somos únicos y especiales, y los adolescentes no son menos. 
recordemos que el mundo en que vivimos es construido por y para los adultos y si a nosotros, en ocasiones nos resulta complicado movernos en él de forma fluida, pongámonos por un momento en la situación de los adolescentes. 
Viven entre dos mundos y en ninguno de ellos se les reconocen derechos plenos, ni son niños ni son adultos. Si a estos cambios a nivel social le añadimos los que tiene lugar a nivel biológico y psicológico, se encuentran inmersos en un follón monumental. 
Dicho ésto, existen una serie de consejos que nos ayudarán a mantener una buena relación con los adolescentes. 

Aunque a veces olvidemos que no dejan de ser personas, únicas y especiales como somos todos y que no necesitan ni más ni menos que cualquier otra persona para sentirse bien consigo mismo y con los demás, ¿no?


Mantenerse en contacto



Mantener la comunicación con ellos, al igual que con otras personas, es fundamental, incluso cuando todo va bien. Compartir con ellos nuestras experiencias o vivencias, hace que seamos más cercanos. han de sentir que nos interesamos por sus vidas, no que sólo nos preocupamos por ellos. A nadie le gusta sentirse ignorado, a ellos/as tampoco. 

Tratar a los adolescentes como tales



Es cierto que aun no son adultos, pero tampoco son niños, hemos de ser consecuentes con sus cambios, tratarlos como futuros adolescentes y no ser condescendientes con ellos, ni infravalorando sus capacidades de comprensión para cuestiones de adultos. Hemos de ser honestos con ellos y ellas, será una muestra más de respeto hacia ellos, cosa que valorarán y nos ofrecerá reconocimiento, respeto y confianza por su parte.


Ser considerados


A todos nos gusta que recuerden nuestras fechas importantes, los adolescentes no son menos!! No es imprescindible asociar el recuerdo a un regalo,actividad especial, solo mostrando que nos hemos acordado estamos señalando que para nosotros son importantes y pensamos en ellos.
Pequeñas muestras de que nos acordamos de ellos, de que los tenemos presentes, sin que haya un motivo especial, también son actos que los adolescentes valoran mucho, y nos permite mantenernos cerca emocionalmente de ellos. (Reconozco que a mi también me gusta!!!)

Reconocer los esfuerzos especiales


No los subestimemos!!, son capaces de mucho más de lo que pensamos y de lo que ellos mismos piensan de si mismos. Si han mostrado un esfuerzo sostenido, han logrado un éxito o se han comportado de forma adecuada, cooperativa o colaborativa, anteponiendo las necesidades de otros a las suyas, debemos reconocerles el esfuerzo que eso supone

Decirles que los queremos


Estoy convencido de que todos amamos a nuestros hijos e hijas, pero, ¿les decimos con frecuencia lo mucho que los queremos? Tendría que ser un hábito diario decirles cuanto los queremos, y lo incondicional de este amor.

Dar apoyo




Si han tenido un mal día, las cosas no han salido como esperaba y se ha decepcionado, hemos de estar ahí. Acogiéndolos y dándoles nuestro consuelo, están cada día más cerca de ser adultos pero aun no tienen suficientes recursos para afrontar ciertas situaciones. Hemos de escucharlos y darles consuelo y apoyo. Es una muestra de que estamos a las verdes y a las maduras, que pueden confiar en nosotros. 


Evitar las burlas hirientes


Con todo el mundo, solo faltaría, pero con los adolescentes aun debemos ser más cuidadosos. Estan construyendo una nueva identidad y ciertas burlas o comentarios pueden ser muy hirientes y si además los dejamos en evidencia delante de otras personas, sus reacciones pueden ser de lo más irascibles. La falta de auto control emocional y de gestión de sus emociones está en plena construcción. Una agresión de este tipo nos distancia kilómetros de ellos... 

Usar el humor y divertirse




Ser padres o madres no significa que no podamos pasar un buen rato con nuestros hijos e hijas. Hacer bromas o reírnos de nosotros mismos hace que se generen unos vínculos emocionales muy fuertes, y predicamos con el ejemplo: pocas cosas son tan serias como para no poder reírse de ellas.

Valorar los puntos fuertes especiales de los adolescentes


Estamos muy condicionados para solo percibir los fallos o errores en los demás, e incluso en nosotros mismos, pero debemos hacer un auténtico esfuerzo tanto por aceptarnos incondicionalmente como para hacerlo con nuestros hijos adolescentes.
Localicemos los puntos fuertes de nuestros adolescentes y potenciemolos, de ahí surge el talento. Comentarios comparativos con otros adolescentes no les ayudará a sentirse bien con ellos mismos, y a la vez, se alejarán de nosotros. A nadie le gustan los comentarios hirientes, ¿verdad?
Hay que reconocer sus puntos fuertes y que los adolescente sepan que los vemos y valoramos.

Límites y normas


No hay mayor sensación de respeto hacia la persona y de reconocimiento que permitirle crear sus propias normas y límites para regularse. Es más fácil cumplir unas normas propias y respetar unos límites autoimpuestos que impuestos por una autoridad externa, sea la que sea. La participación genera compromiso. 

Ser auténticos con los adolescentes



Ser sincero, abierto y respetuoso demuestran que los queremos. Buenos modales a la hora de relacionarse muestran cariño y respeto. Por lo que mostrar cariño, afecto y respeto es la mejor forma de asegurarse que recibiremos lo mismo por parte de los otros, sean o no adolescentes.

Espero que haya quedado clara mi intención durante todo el artículo, que no es otra que la de eliminar esa "demonización" que sufre hoy en día la adolescencia por una parte de la sociedad que parece que rentabiliza esa idea de forma pudiente.
Tal como indicaba al inicio del artículo, todos somos único y especiales, ellos y ellas también.

Haz lo que amas, ama lo que hagas

Toni Aznar

miércoles, 16 de marzo de 2016

Adolescentes y adultos, en el buen camino


Resultat d'imatges de amor hacia los hijos adolescentes

Criar un  hijo es todo un reto. Comporta satisfacciones, desilusiones y también un auténtico desafío, aun más si son adolescentes.

En un taller sobre Educación Emocional que recientemente hicimos  en la Escola de Sant Miquel del Cros llevada a cabo por la profesional Roser Sellés, nos hizo diferentes preguntas para ayudarnos a reflexionar sobre la educación de nuestros hijos e hijas. Entre ellas, una que nos hizo pensar:
  •  ¿Quién es el máximo responsable de la educación de nuestros hijos? 
Ante esta pregunta, respondimos muy seguros que los máximos responsables son los padres, sin ninguna duda, pero ella nos hizo ver que hay que ir más allá. Como máximos responsables de la educación de nuestros hijos, hemos de educarlos en la autonomía, en la independencia desde la que les transmitimos esa responsabilidad. Al final, han de ser ellos los máximos responsables de su educación.

No debemos olvidar que nuestros hijos, según van creciendo van adquiriendo más independencia, cosa normal y natural en el crecimiento, pero eso no significa que debamos separarnos y distanciarnos de ellos. Hemos de conseguir conservar una buena relación con nuestros hijos a pesar que durante la adolescencia la cosa se complique.

Aunque sean adolescentes, continúan necesitando sentirse queridos, que los orientemos y que nos divirtamos con ellos.
Los adolescentes que tienen una buena relación con sus padres

         tienen menos probabilidades de correr riesgos.

Qué podemos hacer para construir una buena relación con nuestros hijos.


Las investigaciones muestran que cuando tenemos una relación cercana con los adolescentes, existen menos probabilidades de que:

  • Se metan en problemas en la escuela
  • Tengan menos problemas por temas como sexo, drogas, alcohol y tabaco.
Si mantienen una relación sólida con nosotros, los adolescentes tienden a aceptar nuestra supervisión, adoptar nuestros valores e ideales y seguir nuestras reglas, incluso cuando no estamos presentes.


¿Cuáles son las cualidades de una buena relación entre padres e hijos?


Las siguientes cualidades son las más importantes para mantener una buena relación, pero sin olvidar que estas características han de ser recíprocas.


  • Respeto mutuo
  • Comprensión de los sentimientos del otro
  • Ser capaces de sentir confianza en el otro
  • Sentir preocupación por el bienestar del otro
  • Conocimiento del otro: lo que le gusta, lo que desea, lo que le agrada y lo que le desagrada
Sin duda, y siendo un poco observadores, nos daremos cuenta que lo que necesita un adolescente para sentirse agusto con un adulto no dista mucho de lo que necesita cualquier otra persona de cualquier edad para sentirse bien consigo mismo y con los demás.

Espero que con esto, comencemos a dejar de demonizar a los adolescentes, entender que están creciendo en un mundo de adultos y diseñado por adultos donde ellos, por lo que ellos solo piden su lugar en este mundo.

Haz lo que amas, ama lo que hagas

Toni Aznar

lunes, 14 de marzo de 2016

¿Qué es una mente rígida?



Las personas se pueden clasificar por cómo procesan la información tanto del medio como sobre ellas mismas.
Esta es una cuestión importante ya esta forma de procesar la información nos hace concebir nuestro mundo de una determinada manera, la cual nos acerca o nos aleja de nuestro objetivo: ser felices.