Muchas veces, las personas con
las trabajo o con las que hablo en cualquier sitio sobre mi profesión
,sienten curiosidad por el método que utilizo, lo encuentran
atractivo porque captan de manera rápida la lógica. Procuro evitar
el “oscurantismo” y el “misticismo” que muchas veces rodea el
mundo de la psicología. Existen tantos intentos de comprender la
mente humana como posibles percepciones se pueda tener de ésta y de
su funcionamiento. Acostumbro a decir que mi método es un método
contrastado científicamente, objetivo y empírico, con lo que ello
conlleva. Después de esta explicación acostumbran a decirme
-”...si, si, si. Entenderlo lo entiendo, pero ¿me puedes poner un
ejemplo?”
Pues ayer, mientras esperaba el
café, ojeando algunas revistas en la cafetería a la que acudo
habitualmente, cayó en mis manos una entrevista a Maricel
Álvarez,
una actriz argentina, que me ha encantado y que sirve como ejemplo de
cuál es mi objetivo con la terapia.
Maricel Álvarez es una actriz
con un gran talento que ha trabajado en “Biutiful”
con
Bardem e incluso con Woody
Allen.
Durante la entrevista le preguntan:
“¿Cómo llevas las
menciones a tu fisonomía que se publicaron en diferentes partes del
mundo? Por ejemplo, The New York Times dijo: “Con su nariz
majestuosa, la actriz no es guapa, pero si cautivadora”.
“Qué tema la belleza, qué tema,
y sobre todo en el mundo del cine. La verdad es que yo no me puedo
hacer cargo de cómo me ven los demás. Si respondo a los cánones de
belleza del mercado o no, qué se yo. Desde mi punto de vista, para
mí, por suerte, nunca fue un tema de peso, pero a lo mejor desde el
punto de vista de parte de la cinematografía, es una cuestión de
estado. Esos debates en torno a tu físico no tienen mucho sentido.
Si mi nariz es grande o pequeña, francamente, no es un tema a
debatir.
Yo soy actriz con esta cara y esta
nariz. No me voy a cambiar ni me quiero cambiar. No me sometería a
algo tan cruel sólo para satisfacer las necesidades de un mercado
con el que, además, yo no estoy de acuerdo. A mí se me puede
criticar la forma de actuar, pero no el tamaño de mi nariz, que me
parece un sinsentido”.
A mi me gustaría ser así de “guay”
y “cool”, como Maricel, como ella porque eso es ser racional y
fuerte.
Darle importancia a la belleza física es una tontería porque:
Darle importancia a la belleza física es una tontería porque:
- Todos la vamos a perder muy rápido. Es algo que se va, altamente perecedero.
- Si quieres tener una autoestima sólida durante toda tu vida, no la bases en la belleza física.
- En la distancia corta, en realidad, lo que nos atrae, nos llena de armonía y nos cautiva es el buen rollo, es la energía personal de la gente. ¿Pruebas? Yo he conocido un montón de chicas monas que eran un peñazo y que la gente se aburre con ellas. No quieres estar con ellas, a no ser que seas un peñazo también.
- Dando importancia a esas chorradas, te pierdes lo bueno de la vida… Digamos que dejas de invertir en lo “precioso” de verdad: buenas conversaciones, disfrutar la naturaleza, tener buenos amigos, hacer cosas artísticas, disfrutar del arte…
Sí, sí, hay una relación inversa
entre fijarse en nimiedades y fijarse en cosas valiosas, porque
tiempo y energía para ¡todo no hay!
Así que nosotros elegimos: ¿me
voy a hacer fuerte de una vez como Stephen
Hawking o voy a marear la perdiz
muchos años de mi vida en torno a la debilidad? Podemos optar de una
forma decidida y firme por ser “guays”, tener una autoestima
sólida y contribuir a la cordura, el amor y la diversión en el
mundo.
Pero decide: ¿le voy a dar importancia
a la belleza física y chorradas por el estilo?
Haz lo que amas, ama lo que hagas
Toni Aznar
Me gusta tu publicación, aunque no te has puesto a pensar, que ha sido ella criada en un lugar donde su confianza ha sido cultivada desde niña? La cuestión es: cómo ser más fuerte por ti misma, por tus cimientos y sin ser tan emocional
ResponderEliminarHola Entra. Gracias por leer no blog y por el comentario.
ResponderEliminarSi duda alguna el entorno y contexto familiar es condicionante aunque no determinante. Con ello, conseguimos devolver a las personas el control de su vida. Por lo tanto, un entorno social tiene un impacto, pero nosotros también tenemos nuestro margen de movimiento.
De ello, se deriva que mi perspectiva incluya los tres factores principales de influencia: biológico, psicológico y social.
Un saludo y espero sigas disfrutando de las lecturas y todas tus dudas o preguntas serán bien recibidas.
Un saludo
Bueno. Yo me siento sólida como banintel. Pero me pongo muy emosional cuando pienso en varias deudas que tengo y que llevo años tratando de pagar, por esto busque este tema, pero bueno, seguire orando aver como Dios aumenta mis ingresos. Bendiciones.
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