proviene del latín “respectus” 'atención, consideración', y en su segunda acepción lo define como “Miramiento, consideración, deferencia.”
Si hay algo propio del ser humano es su diversidad, no solo a nivel físico, también en la formas de pensar, de ser, de sentir... Esta diversidad enriquece las relaciones, y así es como lo hemos de entender, como un recurso enriquecedor, pues nos hace más sabios, más flexibles mentalmente, más adaptables a los cambios y a los imprevistos de la vida.
Eso hace que el respeto sea un valor imprescindible para las relaciones interpersonales, ya que es la base de la tolerancia. No solo hay que saber vivir con tolerancia, yo voy un paso más allá, vivir en la tolerancia, saber vivir dentro de esa diversidad, en la diferencia y aprovecharla como recurso para enriquecernos.
Respeto
El respeto es entender y aceptar que a pesar de que algunas personas piensen, sientan o sean de una determinada manera, contraria a la nuestra, merecen el respeto por su condición de ser humano, esa es la única categoría que debemos tener en cuenta.
Es un gran valor personal desarrollar el respeto a las personas, sin él, hacemos que las diferencias se conviertan en atributos, en aspectos que nos separan en lugar de acercarnos, que nos empobrecen en lugar de enriquecernos.
Conozco padres y madres que me comentan en tono de queja o disconformidad el hecho de que su hijo o hija comparta la clase con otros niños o niñas “diferentes”, con unas características o atributos que los hace “diferentes”, y que ellos los entienden como perjudiciales ya que afectan al rendimiento académico de los pequeños.
Cuando a estos padres y madres les explico o les doy ejemplos de cómo esa diversidad beneficia a todos los niños y niñas de la clase al tener que trabajar una gran cantidad de habilidades personales y capacidades sociales, entienden que la diversidad es riqueza, que la diferencia es positiva.
- Intolerancia.
- Competitividad.
- Miedo a lo diferente que puede convertirse en odio.
- Actos violentos e incluso guerras.
- Ataques contra los derechos humanos.
- Falta de solidaridad.
Si decía que el respeto es la base donde se asienta la tolerancia y la aceptación de la diferencia, con simples acciones podremos tanto aumentar nuestra tolerancia hacia el otro, como promoverla en los demás.
• Mostrando respeto hacia todas las personas.
• La diferencia enriquece y hay que aceptarla y aprender de ella y disfrutarla.
• La intolerancia muchas veces nace del desconocimiento, y lo desconocido tiende a dar miedo. Si logramos ver ese desconocimiento como un desafío, un reto para aprender y saber más, nuestra actitud hacia la diferencia cambia radicalmente. Aquello que es diferente es una oportunidad, no una amenaza.
• Recuerda lo mucho que te gusta que te traten con respeto y aprecio, haz lo mismo con los demás.
• No te permitas ningún comentario, actitud o conducta que implique una falta de respeto. Si se da, reconócelo, discúlpate si tienes ocasión y reflexiona sobre ella.
• Recuerda que con el respeto y la tolerancia, ganamos todos. No hay un mundo mejor que aquel en el que nos podemos expresar libremente sin temer ningún tipo de represalia.
Haz lo que amas, ama lo que hagas
Toni Aznar
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