Desde la óptica de la Psicología Cognitiva con la que yo trabajo y que aplico durante mis sesiones, tenemos muy claro qué es aquello que no nos permite ser felices. No solo lo dificultan sino que juegan en nuestra contra y son esas ideas, creencias, actitudes, concepciones de uno mismo, de los demás y del mundo y de cómo deberían ser irracionales, exageradas y rígidas. Aspectos que nos dificultan la adaptación a las diferentes situaciones que se nos pueden presentar en nuestra vida.
Esas ideas o creencias, que todos tenemos, son las que confeccionan nuestra filosofía de vida.
Ideas que no son buenas o malas en sí mismas, sino que las hemos de clasificar dentro de un continium, donde la relatividad es muy importante y es más cuestión de grado que estado puro.
Tengo la razón y tu no
Podemos aceptar sin ningún problema que no siempre tenemos razón y que podemos estar equivocados como personas que somos, ya que si hay algún rasgo que define al ser humano es su falibilidad. E incluso, yendo más allá, podemos renunciar de forma intencionada a discutir a pesar de saber con certeza que tenemos razón porque valoramos más la paz mental que genera la no discusión que el placer que nos aporta tener razón.
Hace unos días, un amigo me explicaba un chiste que decía así:
Son dos amigo que van paseando por la calle y uno le dice al otro:
-”¿Sabes una cosa? Yo nunca me enfado ni me peleo ni discuto con nadie. A lo que el otro contesta:
- Eso no puede ser, es imposible. A lo que el primero contesta, "Cierto, tienes toda la razón"
Lo he de tener todo controlado
Llevar las riendas de nuestra vida (locus de control interno), no significa controlar lo que sucede en nuestra vida, sino tener la capacidad de que cuando sucede algo que no esperamos, sepamos redirigir nuestra vida para que los acontecimientos o las personas no tomen el control de nuestra vida.
Si conseguimos dejar que todo y todos sean exactamente lo que son sin intentar controlarlos constantemente, nos quitaremos mucha presión y tensión de encima, aceptaremos que cada uno y cada cosa es como es y eso, te va a hacer sentir mejor.
Llevar las riendas de nuestra vida, conlleva asumir la responsabilidad de nuestra vida. Por lo tanto, dejamos de culpar a los demás de nuestros males o problemas, recuperemos ese control interno. Solo aceptando esa responsabilidad, realmente seremos dueños de nosotros mismos.
Quiero presentar una queja
Aceptando nuestra responsabilidad sobre nuestra vida también afecta al plano emocional. Nadie tiene la capacidad de hacerte infeliz ni ninguna situación te puede hacer sentir triste, al menos que tu se lo permitas. No son las personas o las situaciones las que generan esos sentimientos en ti, sino la forma en que tu decides enfrentarla. Por lo tanto, deja de quejarte y resuelve el problema que te aflige.
Unido a la queja está el critiqueo. Criticar destructivamente cosas, personas o situaciones que sean diferentes a ti te genera un gran perjuicio y también te genera prejuicios. Es cierto que todos somos diferentes pero, aunque resulte paradójico, también es cierto que todos somos iguales. Porque todos queremos ser felices, queremos amar y ser entendidos. Un día leí un pintada en una muro que decía algo así:
Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro
Viviendo de cara a la galería
Hace poco se publicó en las redes sociales un artículo escrito por una enfermera, Bronnie Ware, que atendía enfermos terminales y que durante un tiempo se dedicó a recopilar pensamientos y reflexiones de esas personas. una de ellas decía así:
Al final de la vida, la gente se arrepiente de no haber vivido siendo fiel a su propio ideal, y haberse centrado más en lo que los demás esperan de uno que en uno mismo. Vive tu vida siendo fiel a ti mismo, marcándote objetivos que realmente te importen
Abre tu resistencia al cambio
Lo importante no es la experiencia sino lo que haces con ellaEn otra ocasión ya hablé del miedo. El miedo no es negativo en sí mismo, solo es perjudicial cuando no es adaptativo. Nada es más desadaptativo que no tener miedo a nada, ser un temerario. El miedo tiene dos orígenes, la ignorancia y conocer los efectos de esos sucesos. La ignorancia la superamos con conocimiento.
Si el miedo son a las posibles consecuencias, si no se han dado nunca, no tiene sentido temerlas, si ya se han dado anteriormente, de fábula!!!, ya sabemos como podemos contrarrestarlas, hagamos lo que podamos para que no se den.
Hay veces en que nos autoimponemos metas y limitaciones que nos dificultan lograr nuestras metas. Lo hacemos mediante excusas. En lugar de trabajar para crecer y mejorarnos, nos quedamos atrancados, utilizando excusas, mintiéndonos a notros mismos. Se acabó. No las necesitas para nada, no te ayudan en absoluto.
Lo pasado, pasado
pasado parece mejor que el presente y el futuro se vislumbra horrible, pero a pesar de ello, hemos de tener presente que lo único que tenemos es el presente y es todo lo que vas a tener. No olvides, de todas formas, que el pasado que tanto anhelas fue ignorado por ti cuando era presente, ya que o estabas pensando en tu pasado o en tu futuro. No te engañes más. Mantente presente en todo lo que haces y disfrutar de la vida. Después de todo, la vida es un viaje y no un destino. Ve el futuro con claridad, prepárate, pero siempre mantente presente en el ahora.
Haz lo que amas, ama lo que hagas
Toni Aznar
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