Pensad que tomamos una gran cantidad de decisiones a lo largo del día, de estás, aquellas que resultan ser positivas, son aquellas nos hacen sentir bien, son aquellas que, a pesar del esfuerzo que nos puedan conllevar, nos acercan un poco más a nuestros objetivos.
Así que para acercarnos más a la tan deseada felicidad, hay que dejar de lado aquello que no podemos controlar y utilizar nuestro tiempo y recursos en aquello que sí podemos dominar y controlar.
La respiración
Ante una situación o acontecimiento desagradable, respira profundamente y centrate en tu respiración, no en lo malo o negativo de la situación. Cuenta cuando inspires y cuando expires. La mejoría es rápida. Luego, seguiremos trabajando el exceso de importancia que damos a las cosas que no son tan importantes.
El diálogo interno
Si hacemos consciente el número de veces que nos auto-criticamos duramente a lo largo del día, alucinarás con la de veces que nos criticamos y la dureza con la que lo hacemos.
Hay un psicólogo que decía que si le habláramos a los demás tan mal como nos hablamos a nosotros mismos, no tendríamos ningún amigo.
Cambia ese diálogo interno por un diálogo en positivo, reconoce tus errores pero dales tintes de aprendizaje, convierte tus problemas en retos o desafíos. con estos cambios, tu actitud empieza a cambiar. Háblate con compasión, nadie es perfecto.
La gratitud
Tu aptitud física y mental
Entrena tu cerebro. Tan fácil como hacer un Sudoku, crucigramas, leer libros de no ficción o incluso meditando, pues con unos pocos minutos de meditación, se aumenta la concentración, baja la ansiedad y el estrés e, incluso, disminuye el dolor físico.
La dieta
Lo mismo ocurre con los alimentos procesados, que pueden causar o agravar enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad, e incluso el cáncer de mama. Corregir algunos hábitos e ingerir comida más sana y saludable como verduras o frutas, nos ayudará a mejorar nuestra salud y nuestro estado anímico.
El sueño
El sueño es fundamental para el enfoque, la concentración, el trabajo y el rendimiento académico, mantener tu apetito bajo control y una serie de otros resultados positivos para la salud.
Lo más importante es establecer una rutina de sueño. Si te cuesta conciliar el sueño y tu cerebro no puede calmarse, di para ti mismo: “Estoy orgulloso del trabajo que he logrado hoy, voy a dejar que mi cerebro y mi cuerpo descanse ahora.” Y disfruta de un buen descanso.
Haz lo que amas, ama lo que hagas
Toni Aznar
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