Buenos días, os sigo presentando artículos que nos demuestran de forma objetiva, clara y directa, cómo nuestra actitud, nuestra disposición ante las cosas de la vida, lo que creemos sobre las cosas de la vida, influyen en nuestro estado emocional y en nuestro comportamiento.
Floyd Allport nos dice que una actitud “es una disposición mental y neurológica, que se organiza a
partir de la experiencia que ejerce una influencia sobre las reacciones del individuo respecto de todas las situaciones”.
R.Jeffress: "La actitud es nuestra respuesta mental y emocional a las circunstancias de la vida".
W.I. Thomas y F. Znaniecki: “Es la tendencia del individuo a reaccionar, ya sea positiva o negativamente, a cierto valor social”.
D. Krech y R.S. Crutchfield: “Una actitud puede ser definida
como una organización permanente de procesos conceptuales, cognitivos y emocionales, con respecto a algún aspecto del mundo del individuo”.
Warren: “Una actitud es una específica disposición mental
hacia una nueva experiencia, por lo cual la experiencia es modificada; o
una condición de predisposición para cierto tipo de actividad”.
Droba: “Una actitud es una disposición mental del individuo a actuar a favor o en contra de un objeto definido”.
Rokeach: “Puede definirse una actitud como una organización
aprendida y relativamente duradera de creencias acerca de un objeto o de
una situación, que predispone a un individuo en favor de una respuesta
preferida”.
Para que exista una actitud, es necesario que exista también una
representación cognitiva del objeto, es decir, que hemos de detectar, percibir el hecho o acontecimiento y darle cierta importancia.esta representación cognitiva, (idea, pensamiento, supuesto) está formada por las percepciones
y creencias hacia el objeto, así como por la información que tenemos
sobre en objeto.
La intensidad de nuestra emoción no depende de si la interpretación es errónea o no, sino de la importancia que nosotros demos al suceso. Así, una situación interpretada como poco amenazante nos hará sentir de una determinada manera y comportarnos en consecuencia, pero ante una situación percibida como altamente amenazante nuestras emociones y comportamientos serán bien diferentes.
La intensidad de nuestra emoción no depende de si la interpretación es errónea o no, sino de la importancia que nosotros demos al suceso. Así, una situación interpretada como poco amenazante nos hará sentir de una determinada manera y comportarnos en consecuencia, pero ante una situación percibida como altamente amenazante nuestras emociones y comportamientos serán bien diferentes.
Parece pues evidente que nuestra predisposición, nuestra actitud ante la situación, el cómo interpretemos una situación, condicionará nuestro estado emocional y nuestro comportamiento.
Os presento un vídeo la mar de interesante donde se puede comprobar como la actitud es muy importante en nuestro día a día.
Haced lo que amáis, amad lo que hagáis.
Toni Aznar
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